Alguna que otra vez me toca estar nublado en una especie de
constipación mental de la que nada creativo puede salir aun cuando algo te
despierta ese cosquilleo, esa necesidad. Es horrible cuando descubro una banda que me
encanta y las palabras no fluyen por el torrente y ves pasar los días y las
horas y las hojas siguen en blanco tanto o más que ayer provocando
cierta desazón, pero bueno uno sabe que siempre es así y hay que saber esperar o, como en
este caso, tirarse a la pileta con los ojos vendados por pura terquedad y
abstinencia. Hoy es un día de esos donde no sale nada pero me veo en la
obligación de escribir inspirado en el rebrote primaveral que Tobogan Andaluz y
su primer disco Viaje de luz ha germinado con su fly hardcore pop poniendo
ritmo a frases de un poeta conurbanezco(¿?) sensible con un acento singular que
marca situaciones hechizantes y cotidianas en una voz simpática, suave y algo
entregada a lo trival de la música con muy buenos cambios de ritmo marcados
precisamente en guitarras suspendidas, la dulce sintonía de los arreglos de
bajo y la batería caminera de un terreno ondulante.
No hay tema que se pierda de los rieles, hasta la sentimental Rayo de Luz, que aparenta ser una canción fogonera, se sube a las guitarras semi
distorsionadas encontrando siempre en cada canción, de un momento a otro, el alma-estilo con pautas claras y radiantes. Las letras interpretan esperanzas
tiernas y dulces, depositadas en mejores amigos, en jugar y andar en bicicleta.
Un disco apacible con un gran cumulo de energía enmascarada para ponerlo una y
otra vez a reproducir.
Pasada casi media horita de sol con temas como María juega a ser un
avión, Un tesoro en la avenida, Siempre sueño las mismas cosas, ya estás preparado y te amalgamaste a los
envistes del sonido que se vuelve mas y mas fraternal al oírlo, se inicia un
repentino final, un triste sintetizador (Viaje de luz) da por terminando todo,
reduciendo la hechicería a una fragilidad de vidrio por el aire. Un disco que tiene
la intensidad y la mezcla justa de lo que hoy está sucediendo, una especie de almacén
de especias en la cual se percibe un aroma bellísimo, pasmo y obstinado que
gana por completo el ambiente con toda la onda que tiene las bandas nuevas, que
supieron armar, como cartoneros, su propio escenario para mostrarse sin tener
que depender de nadie mas alla de ellos mismos formando una escena increíble,
plagada de este arte musical inmenso, juntándose como cooperativas para lograr
un movimiento cultural interesante del cual se desprenden obras de este tipo y
muchas otras más.
"Ella no vive en la ciudad, no se aferra al internet. Ella toca el tonebank y anda en bicicleta."
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